martes, 2 de abril de 2013

Un poema de Andrés Neuman

Del libro La canción del antílope (Pretextos, 2003)




Este clima de noche sin ventanas va clausurando sueños.
¿Cómo amarse del todo, incendio extraño,
cómo oponerse a la velocidad de las imágenes
que fuerzan el sentido y sus cerrojos?
                                                       Igual que los aviones
saben abrir un tajo en la gran carpa,
se hace camino --arpón
del instante-- un recuerdo
y empiezas a entornar ojos de piedra lisa,
y el avión ya se aleja, y un diamante
se afila entre tus dedos, y arañas de repente unas palabras.
Un modo, ya lo sabes, de hacer que te abandonen
un poco más despacio.

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